Descripción detallada Lote 81

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Subasta 916, Lote # 81

DIEGO RIVERA
(Guanajuato, 1887 - Ciudad de México, 1957)

Paysage de Fontenay
Firmado y fechado 1917 al reverso
Óleo sobre tela
Con ensayo documental del Profesor Luis-Martín Lozano, febrero del 2015.
Con constancia de opinión de la Galería de Arte Mexicano, septiembre del 2015.
Con documento del Dr. Ramón Favela, junio de 1987.
Con documento del Lic. Rafael Matos Moctezuma, abril del 2018.
Con carta del Museo del Palacio de Bellas Artes-INBA, solicitando el préstamo de la obra a la exposición "Picasso & Rivera. Conversaciones a través del tiempo", julio del 2016.
Con carta del Museo del Palacio de Bellas Artes-INBA, agradeciendo el préstamo de la obra a la exposición "Picasso&Rivera. Conversaciones a través del tiempo", febrero del 2017 y con documento de la misma institución especificando la entrega de la obra a dicha exhibición, mayo del 2017.
Agradecemos a Juan Coronel Rivera por la verificación de autenticidad de esta obra, marzo del 2019.
Publicado en: CORONEL RIVERA, Juan Rafael et ál. Picasso & Rivera. Conversaciones a través del tiempo. México. Museo del Palacio de Bellas Artes y Los Angeles County Museum of Art, 2017, pp. 125 y 249, catalogado 138. Incluye un ejemplar.
Exhibido en: "Picasso & Rivera. Conversaciones a través del tiempo", muestra realizada en conmemoración del 130 aniversario del natalicio de Diego Rivera, presentada en el Museo del Palacio de Bellas Artes en la Ciudad de México, del 9 de junio al 10 de septiembre del 2017.
Diego Rivera fue un titán entre los muralistas, un sublime pintor de caballete, un controvertido cómplice de la revolución política, un gran defensor de las artes y un cautivador de mujeres. Su trayectoria fue basta y casi siempre bien aceptada por la crítica; pero antes de todo ello, tuvo una rígida formación, siendo sus inicios artísticos la base de lo que posteriormente sería su arte.
Todo inició en 1902, cuando impulsado por el director de la Academia de San Carlos, salió de las aulas para empezar a trabajar de manera independiente. En 1907 realizó su primera exposición, la cual le valió una beca otorgada por el Gobernador del Estado de Veracruz, gracias a la cual pudo viajar a Europa para complementar sus estudios. Inició su viaje en España, país donde tuvo la oportunidad de estudiar la obra de Francisco de Goya, El Greco, Diego Velázquez y Pieter Brueghel el "Viejo" en los museos más importantes de Madrid. Su estancia cambió en el verano de 1909, cuando se trasladó a París; en un principio no tenía intenciones de quedarse ya que deseaba ir a Bélgica y Roma, no obstante al visitar exposiciones, asistir a conferencias e inscribirse a cursos de pintura al aire libre, vio que comenzó a mejorar su estilo pictórico. Empero, no dejó de realizar su viaje a la ciudad de Brujas; allí conoció a la rusa Angelina Petrovna Belova, mejor conocida como Angelina Beloff, con quien entabló una relación amorosa. Después de aquel encuentro, ambos decidieron regresara París en el invierno de 1909, permaneciendo de aquel lado del Atlántico algunos años.
Los primeros trabajo que realizó en Francia vacilaron entre una línea moderna y académica a la vez, pero entre 1913 y 1917 fue consumido completamente por el cubismo, movimiento que le cautivo formalmente cuando visitó sus primeras exposiciones en los Salones de París; sin embargo, su estilo ya marcaba ciertas pinceladas precubistas desde que conoció la obra de El Greco en Toledo. Pasó tiempo en que Rivera comprendiera como es que aquella pintura toledana lo influenció primero, y fue casi 15 años después que declaró: "desgraciadamente había pensado que las raíces del cubismo se encontraban en las obras de El Greco, y que la obra de Cézanne, a su vez, se originaba en gran parte en la misma obra de El Greco".
Su periodo cubista fue una desviación artística afortunada para su carrera futura y aunque la influencia inició en España, se formó en la ciudad de la luz, donde conoció a los miembros importantes del movimiento, como Juan Gris, Georges Braque y Pablo Picasso; si bien no logró emerger como una figura principal por su estilo nada ortodoxo, consiguió un papel importante entre el círculo artístico años más tarde.
Dividió su estilo cubista en retratos y paisajes, los cuales mostraban una fragmentación del espacio compositivo a su manera. No obstante, fue desde 1917 y hasta antes de su regreso a México en 1920, que decidió abrazar el estilo paisajístico de Paul Cézanne y alejarse del cubismo puro de Pablo Picasso para entonces brincar al realismo que marcó su obra de 1918 a 1919. Durante este periodo visitó varios pueblos y ciudades francesas, entre ellas Fontenay, una comuna situada en el departamento de Eure al norte de Francia, donde pintó paisajes de color brillante tal y como lo hizo en sus cuadros realizados en Mallorca.
"En Fontenay pintó óleos de transición, claves para entender su viraje estilístico del cubismo hacia la figuración; piezas con una lógica constructiva que mostraba un proceso gradual de la aparición de formas naturalistas en composiciones de movimiento centrifugo, que creaban atmósferas de un virtual geometrismo aéreo, y una concepción cúbica del espacio, que lo llevó a declarar que con estos cuadros estaba en pos de la representación de la cuarta dimensión. En realidad Rivera iba desestructurando las formas que observaba a partir de la naturaleza, deslindando los límites perimetrales de los objetos y desfasando el área de representación de los volúmenes, hasta llegar a una geometrización de las formas en el paisaje. Llegando a ese punto -que deberíamos llamar una suerte de hora nona en la teorización cubista-, Rivera procedía en un proceso totalmente a la inversa: regresaba a la reconstrucción de las formas a través de la recuperación de las estructuras geométricas, ahora con base en el dibujo y el color, para concebir un nuevo manejo del espacio de dimensión centrífuga: en otras palabras, había descubierto las lecciones de Cézanne.
"Este 'Paysage de Fontenay' pintado en 1917, es una pieza de suma importancia para comprender el proceso gradual del alejamiento que el pintor tuvo con el cubismo. Es una obra heredera de todas sus exploraciones formales y estéticas cubistas […] representa un punto máximo de experimentación con el cubismo, y a la vez inaugura un nuevo punto de partida para su pintura. Posee una perspectiva curvilínea central que engloba una fuerza centrípeta de atracción de la periferia del bosque hacia el centro del conjunto habitacional de la villa de Fontenay-Sus-Bois". Luis-Martín Lozano, "Estudio de obra. Paysage de Fontenay", 2015.
Fuentes consultadas:
- CORONEL RIVERA, Juan Rafael et ál.
Picasso & Rivera.
Conversaciones a través del tiempo. México. Museo del Palacio de Bellas Artes y Los Angeles County Museum of Art, 2017, pp. 124 y 125.
- TOVAR Y DE TERESA, Rafael. Diego Rivera. Arte y revolución. México. CONACULTA-INBA, 1999, pp. 107-115.
- LOZANO, Luis-Martín. "Estudio de obra. Paysage de Fontenay". México. Febrero del 2015.



32 x 41 cm

USD $1,000,000-$1,200,000
Estimado $18,000,000-21,000,000

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